13 de agosto de 2012 – Mallorca es sinónimo de relax, de escapadas, de lujo, de verano. Cada año millones de personas llegan a la isla esperando encontrar en ella todo lo que anhelan en su vida diaria. Y muchos quedan tan prendidos que deciden instalarse, sino permanente, sí temporalmente en la más grande de las islas baleares.
Habitualmente, los cazadores de las propiedades más exclusivas en Mallorca se decantan por lugares apartados y recónditos, donde pasar desapercibidos y dedicarse a uno mismo. Pero hay quienes prefieren el bullicio de la ciudad incluso en vacaciones. Palma de Mallorca, con poco más de 400.000 habitantes es para muchos la combinación perfecta de gran ciudad que no ha perdido ni un ápice del sabor mediterráneo insular.
Para los que no quieren renunciar a la ciudad, en la capital de la isla existen pequeñas joyas por descubrir, auténticas casas de lujo que se esconden donde menos te lo esperas: palacetes restaurados, espacios industriales o villas son solo algunos ejemplos.
Palma de Mallorca es el lugar perfecto para encontrar el refugio tan deseado. La combinación de construcciones con encanto e historia que disfrutan de todas las comodidades y lujos posibles convierten a la capital en un destino insuperable para los compradores que buscan todo sin renunciar a nada.